
¿Qué es?
La enfermedad hemorroidal consiste en el desplazamiento distal de estructuras vasculoelásticas compuestas de arteriolas, venas dilatadas, músculo liso y tejido conectivo y elástico que almohadillan el canal anal. Su prevalencia se sitúa en torno al 5-36%, siendo la mayoría asintomáticas o sometidas a tratamiento conservador. Sólo en un 5-10% se opta por tratamiento quirúrgico. Por su localización pueden dividirse en externas o internas, y éstas a su vez se dividen en 4 grados en función del prolapso.
Clínica

Grado I
No prolapso. Puede presentar rectorragias.

Grado II
Prolapso al defecar, reducción espontánea. Clínica de rectorragias, incomodidad moderada.

Grado III
Prolapso al defecar y espontáneamente. Reducción manual. Clínica como la grado 2 pero añade secreción, ensuciamiento, prurito ocasional.

Grado IV
Prolapso persistente, no se puede reducir. Clínica de prolapso continuo, rectorragias, dolor, trombosis, ensuciamiento.
Tratamiento
Las opciones terapéuticas para las hemorroides son variadas, desde tratamiento médico a técnicas instrumentales o cirugía. La elección de la mejor opción para cada paciente debe ser individualizada en función de la clínica y comorbilidades del paciente.
Dentro del tratamiento quirúrgico la hemorroidectomía es el tratamiento de elección en los casos de hemorroides grado III-IV, y el empleo del LÁSER CO2 aporta beneficios como menor dolor, mejor cicatrización y con ello la más pronta recuperación postoperatoria.